El concepto de este club no ha nacido en 2019, año de su lanzamiento, sino que podemos trazar sus inicios hasta hace más de cien años, en los albores de la compañía CVNE y alrededor de un secreto nunca confesado hasta ahora. Por todo ello, se trata sin duda del proyecto más especial para la familia CVNE.
Toloño, aclarémoslo primero, es la formación montañosa de La Rioja que arropa a la bodega CVNE, lugar donde sus fundadores decidieron establecerse y comenzar con la historia de la compañía hace ya 140 años.
Pero Toloño es mucho más que eso. Toloño representa también la confianza y el sentido de tradición de una empresa familiar. Desde que en 1879 los hermanos Real de Asúa, Eusebio y Raimundo, fundasen la compañía en el mítico Barrio de la Estación de la ciudad de Haro, se obsequiaba a todos los trabajadores y personas cercanas a CVNE con vinos que no se comercializaban, y que suponían ante todo un reconocimiento al esfuerzo, confianza y sacrificio realizados. Dichas botellas se bautizaron como las ‘Toloño’ en homenaje al nombre de la montaña que aportaba esa esencia a aquellos vinos que sus trabajadores tanto merecían.
Ya hoy, con este mismo nombre, tras cinco generaciones y tantas décadas de trayectoria, se abre la parcela más íntima de la compañía, el secreto mejor guardado de la familia CVNE, para hacer protagonista a todo aquel que quiera deleitarse con la magia de este cuento, incorporándose de esta manera a la intimidad de la bodega. Una historia que hasta ahora conocían tan solo los más allegados.
Club Toloño resurge para fortuna de todos sus socios, los cuales podrán acceder a las etiquetas más especiales de una compañía que es parte de la historia vinícola de nuestro país.